Cannabis y sueño: Lo que no sabías

Durante siglos, el cannabis se ha utilizado en numerosas culturas para mejorar el sueño e inducir la relajación. Los problemas crónicos y agudos del sueño, como el síndrome de las piernas inquietas (SPI) y la apnea del sueño, se han tratado con éxito con cannabis tanto en la medicina tradicional como en la moderna. En la actualidad, numerosas personas de todo el mundo utilizan el cannabis como somnífero, ya sea por prescripción médica o de otro tipo.

Los efectos de la marihuana sobre el sueño pueden variar, desde ayudar a los insomnes a conciliar el sueño más rápidamente y mejorar su calidad hasta alterar la cantidad y los tipos de sueño. Este artículo explorará las últimas investigaciones científicas sobre el tema, desde sus efectos primarios hasta la seguridad, las posibles aplicaciones terapéuticas y los estudios futuros.

Efectos primarios del cannabis sobre el sueño

Se ha demostrado que las principales sustancias químicas activas del cannabis -el tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabinal (CBD)- tienen efectos diferentes sobre el sueño. El THC, la sustancia química psicoactiva de la marihuana, tiene efectos sedantes y puede potenciar la transición al sueño y reducir el sueño REM. El CBD, otro compuesto del cannabis, suele mejorar el sueño de diversas maneras. Los estudios han demostrado que puede reducir el insomnio, tratar el SPI, mejorar la calidad del sueño y aumentar su duración.

La mayoría de los estudios sobre cannabis y el sueño se habían llevado a cabo con individuos sanos utilizando niveles moderados de THC. Las personas que tienen dificultades para dormir pueden no obtener los mismos resultados. Los efectos del cannabis sobre el sueño parecen depender de la dosis.

Por ejemplo, en dosis bajas, el THC puede ayudar a conciliar el sueño, pero en dosis más altas, puede hacer que conciliar el sueño sea casi imposible. Sin embargo, por otro lado, el CBD parece no depender de la dosis, lo que significa que puede ayudar a inducir un buen sueño incluso en dosis masivas.

Seguridad del consumo de cannabis como somnífero

Muchas personas de todo el mundo utilizan la marihuana como somnífero, pero su consumo está mucho más extendido en Estados Unidos que en cualquier otro lugar. Numerosos estudios realizados en EE.UU. indican que el consumo de cannabis se asocia a una mejora del sueño, una reducción del insomnio y una disminución de las dificultades para conciliar el sueño. Sin embargo, hay que tener precaución al consumir cannabis como somnífero.

El consumo prolongado de cannabis se ha asociado a una serie de efectos negativos para la salud, desde dependencia hasta problemas hepáticos y respiratorios. Esto se debe en gran medida a los niveles relativamente altos de THC, en comparación con el CBD, que se utilizan en los preparados de cannabis de muchas personas. Si se consume con moderación, sus efectos secundarios, como la confusión, la somnolencia y el deterioro de la memoria y las habilidades motoras, serán mínimos. Sin embargo, siempre hay que tener precaución y consultar a un médico antes de consumir cannabis como somnífero.

Aplicaciones terapéuticas y estudios futuros

Existen potencialmente muchas aplicaciones terapéuticas de la marihuana en el tratamiento de los trastornos del sueño. Algunos estudios han demostrado que el THC tiene el potencial de reducir o prevenir las pesadillas. La evidencia anecdótica también sugiere que puede ser beneficioso en el tratamiento del SPI. Además, el CBD está siendo aclamado como una forma potencial de reducir los trastornos de ansiedad, lo que puede ayudar a mejorar la calidad del sueño. Los estudios también demuestran que el CBD es una sustancia que no altera la mente, lo que significa que su consumo a largo plazo no provocará dependencia ni adicciones psicológicas.

Sin embargo, todavía se necesita más investigación para comprender mejor el potencial terapéutico del cannabis para tratar los trastornos del sueño. Deberían realizarse esfuerzos para examinar su impacto en trastornos específicos del sueño, como el insomnio, con el fin de obtener importantes beneficios médicos para los millones de personas que sufren problemas de sueño.

Conclusión

El cannabis, en particular las sustancias químicas THC y CBD, puede tener notables repercusiones sobre el sueño, pero sus efectos dependen del nivel de consumo y de la cepa concreta de la planta que se utilice. El THC induce la sedación, mientras que el CBD mejora la calidad y la cantidad del sueño. 

Consumir cannabis en cantidades moderadas puede ser una forma potencialmente útil de mejorar el sueño. Sin embargo, pueden surgir mayores riesgos para la salud por el consumo de cannabis en grandes cantidades y de larga duración, por lo que es necesario tener precaución en su uso. Los estudios futuros deberían centrarse en las posibles aplicaciones terapéuticas de la marihuana para tratar trastornos específicos del sueño, con el fin de promover un sueño saludable para el mayor número posible de personas.